En medio de la atención generada por los recientes temblores que han sacudido Chile, el geólogo Jorge Romero, del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O’Higgins (UOH), explica que estos eventos forman parte de “secuencias sísmicas”, es decir, una serie de movimientos puntuales que no permiten predecir futuros sismos. Sin embargo, estas secuencias son advertencias claras para fortalecer las medidas preventivas ante la posibilidad de un terremoto.
Romero detalla que, aunque en el norte del país se han registrado “enjambres sísmicos” sin consecuencias mayores, la zona entre Valparaíso y Los Vilos presenta actividad constante, con réplicas vinculadas al terremoto de Illapel de 2015. Esta área, según el experto, viene acumulando energía desde el terremoto de 1730, lo que sugiere la posibilidad de un nuevo terremoto de grandes magnitudes.
El geólogo subraya que el país debe estar preparado para enfrentar un evento sísmico de proporciones: “El terremoto debería ocurrir sí o sí, aunque no sabemos exactamente cuándo. La acumulación de energía en la zona es una señal clara”, afirma, llamando a la calma y a la preparación ciudadana.
Además, Romero insta a la sociedad a asumir la realidad sísmica del país y a perderle el miedo a los terremotos. El verdadero desafío, según el académico, es estar preparados para mitigar las consecuencias de estos fenómenos inevitables. En este sentido, recalca la necesidad de educar sobre desastres naturales desde la escuela y crear una cultura de prevención que involucre a las familias y a los organismos de emergencia.
“Tenemos que aprender a perderle un poco el miedo a los terremotos. Son cosas que van a ocurrir, sí o sí. No se pueden detener de ninguna manera. Y tampoco es tan necesario saber cuándo y cómo van a ocurrir, sino por el contrario, saber lo que se tiene que hacer al momento de su desarrollo, y en medio de las repercusiones. Es decir, estar preparados para poder mitigar las consecuencias frente a estos fenómenos que forman parte de la naturaleza, lo cual tenemos que asumir, entendiendo que Chile se ubica en el Cinturón de Fuego del Pacífico, por lo que siempre será un país susceptible a estas amenazas”.
Finalmente, Romero destaca la importancia de la planificación familiar en caso de un sismo mayor, y de conversar en el hogar sobre cómo actuar en una situación de emergencia, reforzando la conciencia sobre el riesgo sísmico que Chile enfrenta al estar ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
