Caminar por Talca puede convertirse en una verdadera odisea debido al deplorable estado de sus veredas y calzadas. Los daños van desde la compactación inadecuada de las mezclas asfálticas hasta el crecimiento descontrolado de raíces de árboles aledaños, afectando tanto al centro como a la periferia de la ciudad.

Las poblaciones Daniel Rebolledo, Arturo Prat e Independencia, junto con arterias como la 11 Oriente, 32 Oriente, 2 Norte y 3 Norte, son algunos de los puntos más críticos, repletos de grietas y desniveles que dificultan el tránsito normal.

Martina Hernández, presidenta de la Junta de Vecinos El Tabaco, manifestó su preocupación: “Las veredas están horriblemente destruidas, sobre todo en el centro. En la 1 Sur y en la 1 Norte, por ejemplo, da miedo. Hay que tener mucho cuidado; yo he visto caer personas mayores que han quedado muy mal”. Además, denunció que un proyecto de reparación de aceras en su sector permanece inconcluso desde hace tres años. “El otro día me mandaron aviso de que terminarán lo que falta. Ojalá sea así”, agregó.

Talca no cuenta con un catastro detallado de veredas en mal estado ni un registro que clasifique el tipo, causa y gravedad de los daños. Este deterioro no ocurre de manera repentina, sino progresivamente debido a factores como el clima y la acción de vehículos estacionados en las aceras. Estos autos estresan el pavimento, que está diseñado exclusivamente para soportar el tránsito de personas, no de vehículos.

INÉDITA PROPUESTA

El candidato a las primarias de la centroizquierda, Sixto González, destacó la gravedad del problema: “No estamos hablando de una o dos cuadras con problemas, sino de una situación extendida en toda la comuna que complica la circulación de las vecinas y vecinos, en particular de aquellos con movilidad reducida. La Ley de Tránsito obliga a la municipalidad y al Fisco a administrar y mantener los bienes nacionales de uso público e incluso a responder por los daños que resulten del mal estado de las vías y, por lo tanto, reparar las aceras no es un favor, es una obligación”.

Sixto González, quien ha sido concejal en dos ocasiones, subrayó la necesidad de implementar medidas correctivas oportunas para neutralizar o retardar el deterioro de veredas y calzadas. “Nosotros confeccionamos un plan de reparación de veredas que tendrá carácter urgente si asumimos la alcaldía, cuyos objetivos serán no solo restaurar el pavimento, sino que además prolongar la vida útil de lo que hay y darle mantenimiento. No puede ser que la ciudad esté llena de desniveles y que cualquiera pueda accidentarse fácilmente si se encuentra desprevenido”, afirmó el candidato del PC para las elecciones del próximo 9 de junio.

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