En base a una instrucción de la Fiscalía de Flagrancia, detectives de la Brigada de Investigación Criminal (BICRIM) San Javier concurrieron hasta el sector Peñuelas, de la comuna de Villa Alegre, lugar en que, supuestamente, sujetos desconocidos habrían asaltado a una trabajadora de una estación de combustible.
La historia comenzó con la denuncia de la trabajadora de la bencinera, quien afirmaba haber sido víctima de un asalto por parte de desconocidos. Sin embargo, las investigaciones de la Brigada de Investigación Criminal (BICRIM) San Javier pronto descubrieron que los hechos denunciados eran falsos.
Mediante un meticuloso trabajo de sitio de suceso, empadronamiento y análisis de cámaras de seguridad, los detectives determinaron que la propia trabajadora había colaborado en el hurto. No solo no había sido asaltada, sino que había ayudado a un cómplice a sustraer el dinero y realizar un forado en una muralla.
Con autorización judicial, la PDI registró el domicilio de la trabajadora, donde encontraron la sorprendente suma de 2 millones de pesos, junto con evidencia que vinculaba a la hija de la mujer con el delito. Aunque intentaba ocultar su identidad con ropa de trabajo y el rostro cubierto, un tatuaje en su brazo izquierdo la delató.
Madre e hija fueron detenidas en flagrancia y llevadas ante la justicia. En la audiencia de control de detención y formalización, la Fiscalía de San Javier formalizó cargos por hurto agravado, estableciendo medidas cautelares que incluyen firma mensual, arraigo nacional y prohibición de acercarse al servicentro.
Este sorprendente desenlace revela una intrincada trama familiar y un inusual caso de complicidad entre madre e hija en actividades delictivas.