En un enfoque de acción incisiva ante la emergencia, la Gobernadora Regional del Maule, Cristina Bravo, junto al Comandante del Regimiento N° 16 de Talca, Coronel Humberto Pakomio, tomaron los cielos para supervisar de manera aérea las secuelas de la reciente embestida climática en la provincia de Curicó. La devastación es impactante: más de 39 mil personas se encuentran en situaciones de aislamiento en la región, mientras que 22 mil son damnificados directos por los efectos del último temporal.
En su incursión en el aire, la Gobernadora Bravo no solo buscó mapear los estragos en los caminos y vías, sino también obtener una visión clara de la magnitud del desafío de reconstrucción que se avecina. La conectividad, elemento vital en medio de la catástrofe, se encuentra severamente comprometida: vecinos atrapados, rutas intransitables y comunidades incomunicadas. “La información que recabamos la entregamos a Senapred y la Delegación Regional, porque hay que empezar la reconstrucción, y se debe llegar con ayuda a todos los vecinos”, subrayó la Gobernadora Bravo.
Desde Villa Prat hasta Colín, la provincia de Curicó experimenta un panorama desolador: socavones, rutas fragmentadas y una población aislada y en aprietos. Se impone una respuesta inmediata y coordinada, y esa es precisamente la línea que persigue esta evaluación aérea. Carlos Bernales, director regional de Senapred, sostuvo: “Esto nos ayudará a coordinar la ayuda que vamos a entregar en las comunas respectivas, y el apoyo médico que requiere la población”.
El Comandante del Regimiento N° 16 de Talca, Coronel Humberto Pakomio, añadió: “Estuvimos escuchando los requerimientos de las autoridades y la comunidad, y estamos coordinando el apoyo junto a Senapred, y mañana ya deberíamos llegar con apoyo a Licantén y Vichuquén”. La colaboración entre las instituciones se torna esencial para llevar asistencia y respiro a quienes enfrentan la incertidumbre y la necesidad en estos momentos críticos.
Con una comunidad maulina fragmentada y desafiante, la atención se centra en restablecer la conectividad vital para el bienestar humano. Los desafíos son abrumadores, pero la voluntad de recuperación y la solidaridad se mantienen firmes en el corazón de la Región del Maule. La urgencia es clara: devolver la esperanza a quienes enfrentan la adversidad, y ello comienza por una respuesta rápida y efectiva que alivie su carga y les devuelva la normalidad a sus vidas.
