Provincia de Linares
Balsas El Peumo y Caliboro retoman operación en San Javier tras días de inactividad por falta de combustible

La reconexión fluvial entre zonas rurales clave del Maule Sur se restablece, aliviando a comunidades enteras que dependen a diario de este transporte vital.
Un transporte rural indispensable
Este martes se restableció en su totalidad el funcionamiento de las balsas El Peumo y Caliboro en la comuna de San Javier, luego de una paralización que se extendió por más de una semana y que generó una profunda afectación en la conectividad rural de la provincia de Linares.
Ambos servicios de cruce fluvial, que a diario movilizan a cientos de personas a través de los ríos Loncomilla y Perquilauquén, estuvieron fuera de servicio desde el martes 29 de abril debido a la falta de suministro de combustible. El impacto fue inmediato en las comunidades de La Gotera, Melocura, Melozal, Caliboro, Villaseca y otras localidades que dependen exclusivamente de estas rutas para sus desplazamientos diarios.
Un problema de fondo: la precariedad de los sistemas de conectividad rural
Los servicios de las balsas El Peumo (que une Villa Alegre con San Javier por el río Loncomilla) y Caliboro (que conecta San Javier con Retiro por el río Perquilauquén) son el único medio de transporte fluvial en estas zonas. Ambas embarcaciones realizan entre 60 y 90 viajes diarios, permitiendo el desplazamiento de trabajadores, estudiantes, personas mayores, pacientes y agricultores.
La interrupción por más de una semana evidenció la fragilidad del sistema. Los dirigentes comunitarios advirtieron del problema el lunes 5 de mayo, lo que gatilló gestiones urgentes para reanudar el servicio.
Gestiones para recuperar el servicio
La reanudación de ambas balsas se logró gracias a la presión ejercida por dirigentes vecinales, quienes por intermedio de la Diputada Consuelo Veloso, contactaron a autoridades del Ministerio de Obras Públicas para exigir una pronta solución. En ese contexto, se activaron coordinaciones con la Dirección de Vialidad, permitiendo retomar el suministro y reactivar el funcionamiento, primero de manera parcial y finalmente al 100% durante la jornada del martes 6.
Karina Bustamante, presidenta de la junta de vecinos de La Gotera, destacó la importancia de esta reconexión para la vida diaria de las comunidades rurales.
“Acá la conectividad es muy compleja, el acceso que tenemos con la balsa nos alivia en muchas cosas, en tiempo, en combustible, etc. Entonces claro que se valora la disposición”, expresó.
Más que transporte: un derecho básico en riesgo
La situación visibiliza nuevamente una problemática persistente en el Maule Sur: la falta de infraestructura y el abandono estructural en zonas alejadas de los centros urbanos. El transporte rural, en este caso fluvial, no puede depender de gestiones de emergencia para su continuidad, más aún cuando representa el único medio de conexión real para cientos de personas.
A pesar del alivio por la reposición del servicio, los vecinos y vecinas recalcan que este tipo de situaciones no puede seguir repitiéndose. Se requiere una política pública clara, sostenida y con recursos permanentes para asegurar la movilidad de las comunidades rurales.
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