La dirigente gremial y funcionaria del centro asistencial, considera que fue “un año súper cansador para los trabajadores del recinto, pero finalmente se concretó el estar todos juntos en un mismo edificio”.

Han sido 14 años a la espera de que se concrete el funcionamiento del nuevo Hospital de Curicó, una fecha además muy significativa, el 27 de febrero, justo el día del fatídico terremoto que ocasionó severos daños al hospital antiguo. Por ello la presidenta, del Colegio Médico del Maule, Carolina Rodríguez, dio su visión con respecto a este tema, no solo como dirigente gremial, sino que también como funcionaria del centro asistencial, donde trabaja como cirujana oncológica de cabeza y cuello, y además forma parte del equipo de cirugía de mama.

“Fue un proceso, con altos y bajos, fue más lento por diversos motivos, el estallido social, luego la pandemia y así tuvo sus retrasos. Es que implementar un hospital de estas características obviamente no se puede hacer de un día para otro”.

Y agrega, “además, este último año fue con hartas emociones, en el sentido de que muchas veces pensamos que nos íbamos a cambiar antes y se fue dilatando, pero finalmente estamos acá, podemos decir que se solucionaron gran parte de los problemas que habían, y estamos en condiciones de dar las mejores atenciones que podemos dar”.

Importante recordar que el traslado se inició en febrero de 2023, ahí se comenzaron a ocupar los espacios con atenciones ambulatorias. “Lo que tampoco fue sin inconveniente, donde la gran mayoría del personal tuvo que trasladarse en varias oportunidades al día, del hospital nuevo, al hospital viejo, y viceversa. Yo creo que ha sido un año súper cansador, y ahora ver con harta esperanza que estamos todos juntos en un edificio, que además nos permite tener más hospitalizados, tener la capacidad de resolver listas de espera, aumentar la complejidad de las intervenciones que se realizan en la provincia. Es un cambio muy significativo para la provincia y para la región, ya que estamos hablando de un hospital de alta complejidad”.
¿Cuánto cambió el ambiente en términos objetivos?

“Yo creo que aquí todos trabajamos en pro de los pacientes, por ello es un ambiente que se siente muy agradable. Pero esto significó el cambio de muchas cosas, ya que por términos estructurales nos costaba mantener un sentido de identidad de grupo, porque no estaban los espacios”.

“En el hospital modular en el que nos encontrábamos, no existían espacios para reunirse, se disgregó mucho, dejamos de tener contacto como colegas y con el resto de los estamentos. Yo creo que el edificio de este hospital tenemos que aprovecharlo también, es importante recuperar eso, y que nos permita tener una mejor relación laboral, para trabajar muy bien, como dije en pro de los pacientes”.

¿Y el nuevo Hospital de Curicó irá a descentralizar el Hospital Regional de Talca?

“Uno de los objetivos es siempre pensar que somos una gran red en la región. Y considerarnos como red, significa que las prestaciones se tienen que dar en el lugar que tenga las condiciones adecuadas”. (…) “Pero además hay que gestionar las atenciones en red, y ese es un llamado a la dirección del Servicio de Salud de que usemos los recursos que tenemos, pero que además se consiga reclutar gente nueva, tratar de potenciar mucho más la red completa, para que se sienta que hay condiciones para trabajar en Curicó, Talca, Linares. La verdad, es que da la impresión que son condiciones completamente distintas, y a nosotros nos gustaría que toda la gente de la región tenga la misma calidad de atención”.

Finalmente indica, “todo esto es un hito, para la ciudad para la provincia y para el Maule. Quiero decir a los usuarios que este hospital es también de ellos y hay que cuidarlo. Nosotros estamos acá para prestar la atención y los servicios que ellos necesitan. Este edificio es de todos y nos pertenece”.